Propósitos agradecidos.


Y... ¡¡ya 2018!! O en su defecto 2008, como mi em se empeña en expresar en mis labios pero... ¿acaso eso es lo importante? Pues no, lo que de verdad importa (a parte de los eternos propósitos que pocas veces cumplimos) es echar un vistazo a lo vivido el año pasado y las expectativas para el nuevo...
¿Empezamos con el pie derecho, o el menos malo para cada uno?
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¿Agradecer a la em? Mil cosas, más en este año que tantas ganas tenía de enterrar, aún no sé bien dónde, no vaya a provocar un caos Jumanji con la tontería pero sí alejarlo por lo menos lo más posible para evitar convertirnos en agua y aceite juntos. Es mejor ser fresas con nata, ¿no? Y de ese agradecimiento que trajo el año toca poner en marcha pensar qué se aprendió, o se sigue aprendiendo... aquí el orden de los factores sí altera el producto y mucho. Como cuando en la adolescencia se mezclaba porque... ¿qué podía pasar? Hasta que nuestros ojos —o higadillos— no lo veían no parecíamos darnos cuenta de todas esas historias que escuchábamos eran ciertas. Los reyes son los padres y otras verdades verdaderas... Lo que nos lleva al tercer paso, que esperamos no sea el último pero por si acaso daremos una gran zancada, ¿quién sabe lo que espera después? Lo que sí está claro, he vivido de cerca, y todos lo han hecho en algún momento u otro es el cliché de que con positividad y una sonrisa todo se lleva amejor.
¿Cliché o verdad? Yo prefiero pensar que verdad, de esa buena, de la que hace sonreír a los niños sin preguntarse nada más allá. De esa que te hace creer en que las comedias románticas no son tan de ciencia ficción porque ¿acaso no sería cinismo eso? No, no, no, que no, cinismo y nuevos própositos solo se pueden convertir —y me repito, soy consciente—en agua y aceite. No volvamos a eso de dejarnos llevar por la corriente. ¡¡Somos diferentes!! ¡¡ Somos neuroatípicos!! Y así en bucle. Venga, todos... como en la peli de Dr.Dolittle con cerdos y sus pancartas de "no más jamón, no más bacon"..., pues nosotros "no escleróticos, sí neuroatípicos". ¿No hay algo más bonito que las personas diferentes, no cortadas por el mismo patrón? Pues nosotros lo somos... 
                                   
                                      ¡¡¡¡¡¡¡¡ No escleróticos, sí neuroatípicos !!!!!!!!!

Y ese bucle nos lleva a tener, quizá no todo, pero sí más que antes, nuevas oportunidades para el año nuevo que ya ha comenzado. No sé si me llegarán, pero como todo, creo que hay que estar abiertas a ellas y dejarles las puertas abiertas. Si me sale bien, la que hoy por hoy está en marcha lo sabréis y lo veréis jeje.
¿Empezamos?


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