Ir de way y no llegar ni a chachi.

¡Cuántas veces hemos oído eso de quien no tiene padrino no se casa!
¡Ay, qué triste verdad! Y más cuando entra la salud por medio.
Ni la positividad vende, ni decir la verdad —no al menos la que duele escuchar—.
¿Una verdad... verdadera? Quizá dura, pero verdad; quizá minoritaria pero verdadera; quizá no publicitada; quizá no famosilla... pero no todos tuvimos suerte a pesar de luchar cada día por dar una visibilidad verdadera.
No tiene por qué ser bonita la verdad. Sólo verdad.
Si seguís leyendo, es que no os da miedo leer verdades. Sin publicidad, sin ser medias verdades.
De esas que no venden; de esas que solo hemos vivido un 10% de los diagnosticados y a pesar de eso hemos tenido que escuchar "todos hemos pasado por lo mismo". Definamos lo mismo, y quien no haya visto la dichosa foto que solo cuelgo por no matar al 90% de gente que me rodea, que me lo diga si aún así quiere ver mierda envuelta de em. 

Otros dicen que vivir en nuestro país es una suerte —y perdonad que me siga riendo— porque debo ser de los casos excepcionales en los que aunque con diferente sintomatología, le afecta tanto el frío como el calor.
¿Más excepciones? Odio llorar en alto por síntomas que no soy capaz de tratar por mi misma, que no soy capaz de escuchar lo que realmente viene bien. Odio convertirme en paciente pasivo para echar la culpa al resto porque mi visibilidad es real, mala o buena pero real. No me vale eso de donde dije digo, digo diego
La falsedad no va conmigo, ni la sonrisa falsa. Porque en estos últimos 15 meses (dentro de los 12 años de diagnóstico) por suerte o por desgracia no tuve prensa que me ayudara, ni me diera visibilidad. Solo me mantiene en la lucha ese pequeño porcentaje de gente cuya fuerza le permite saber qué puede pasar y prepararse por si las moscas.

Pocos se quedaron, muchos quisieron consultar dudas acerca de la enfermedad antes de mirar para otro lado pero.... mi empatía acabó con los que se fueron sin dejar nada (bueno) por lo que ser recordados. 
Porque la empatía más importante, la que no se enseña, es hacia nosotros mismos.
¿Egoísmo? Quizá, pero el único que vale es el que nos ayuda a encontrarnos. En ese pozo oscuro del que pocos se molestan en sacarte; en ese al que da miedo asomarse; en ese que supone mucho esfuerzo hasta saber de su existencia.

¿Qué vende más creer que mi caso no te va a pasar a ti...? 
Pues adelante, cada uno es libre de pensar como crea, al igual que yo cuento lo que vivo. Que no solo es real, sino que por desgracia soy una prueba viviente.

Y realidades como puños se explican aquí... (aunque leer no esté bien visto para algunos):

2 comentarios:

  1. Angie, supongo que me pillas en un "ni buen" día, pero empatia, visibilidad ... no me suena. Mirar para otro lado y pensar "eso no me va a pasar a mi", de eso mucho. Y poco y mucho no solo en los demás, mea culpa también. Y no lo digo porque haya podido hacerlo contigo (que creo que no, al menos no conscientemente), sino en general.
    Pero lo bueno es ¡enhorabuena por tu nuevo libro!
    Un abrazo, Cleo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que no, princesa!! Tú siempre te has preocupado y nunca me hiciste un comentario tan lapidario como el que me hicieron!! Cuando esté a la venta el libro te aviso ;)
      Muuuuuak!!

      Eliminar