Noche de juegos.

Mis dos actores favoritos: Jason Bateman y Rachel McAdams , lejos de otras películas más tristes y romanticonas —en el caso de ella— y más dramáticas —en el caso de él—, se centran en situaciones que todos de alguna manera u otra, en diferentes momentos de nuestra vida hemos podido ver de cerca. 

Comedia desde el principio
, entre risas comienzan a introducirte en un ambiente cómodo alejado de nuestros problemas más mundanos. Poco a poco se desarrolla una trama de relaciones complicadas, otras con clichè claro y algunas algo alejadas de la realidad; pero para eso también acudimos a la pantalla grande, ¿no?

Un protagonista calmado en la mayor parte de la película, junto a una mujer dulce que se va alejando de su imagen de mujer 100% ama de casa que se ven inmersos en una situación que pocos esperarían en una... una noche de juegos al uso. Juegos de mesa, de relaciones, de empresas... provocan que la noche se vaya desarrollando en un no parar de escenas rápidas y controvertidas sin dejar a un lado los dramas más comunes de la vida diaria desde una perspectiva divertida.

¿Por qué no quitar hierro a los asuntos? 

¿Qué hay de malo en intentarlo al menos?

Bajo estas dos premisas, se desarrollan 99' de película que te hacen terminar la sesión de cine con una sonrisa y diálogo donde poder debatir los pequeños detalles en los que no te da tiempo a pensar durante ellos. Dudas divertidas que evocan risas quizá de una época olvidada, quizá del fin de semana anterior.

Con un 8 alto, quedaría esta película en mi video club personal.