¿Películas Disney...?

 

Y esto me pide este verano. 

Silencio; escuchar(ME); descubrir(ME); entender(ME)...porque como cada día tengo más claro que ni siquiera sabemos lo que no sabemos, mejor reírnos de lo que nos hace gracia, del hierro que se le quita a las tuercas, encajadas o no, de lo que SOLO hemos vivimos nosotros y de todo lo que nos queda vivir solo a nosotros. 

¿Nos aventuramos en el silencio? Si así lo hacéis yo os espero...

 Estoy dedicando mis primeras vacaciones jubiladas a encontrar qué ver lejos de esas comedias románticas tan manidas que tienen sus momentos, pero ninguno de esos es el mío en la actualidad. De esas ganas de romper con todo, pero en silencio.

Siempre en SILENCIO. Sin decir una palabra más alta que la otra, porque nuestra mente se expresa de mejor manera a través del SILENCIO. 

¿Que nuestra #em provoca alteraciones en el habla? En SILENCIO no es visible. Esa invisibilidad a la que tanto estamos acostumbrados.

¿Que no somos capaces de expresar cómo nos sentimos? No importa, nuestra mente lo sabe sin necesidad de palabras.

¿Que necesitamos gritar bien alto? El silencio nos dará cobijo tras hacerlo.

Para ÉL todo tiene sentido. TODO se entiende. TODO es comprensible sin necesidad de preguntas insidiosas. TODO tiene su significado en sí mismo.

¿Que me estoy poniendo muy metafísica? El SILENCIO no me lo discute. Y si lo hacéis vosotros no llegará a mis oídos, sí a mis ojos que también son SILENCIOSOS, si no se quieren observar con detenimiento.

Y así de fácil puede ser. Solo hay que proponerse al igual que hay que realizar la actividad física que más nos guste, podamos o nos sintamos cómodos practicando, que nuestro cerebro pueda realizar su trabajo en las condiciones más óptimas junto a ÉL. 

¿Sonrisas...? Estas sí deben realizarse de la manera más sonora que nuestro cuerpo nos pida. Y más tarde, disfrutar del silencio calmado que llega tras ellas.

¿Os apuntáis? Yo llevo unos cuantos días, y creo que hasta la ausencia de palabras se ha llevado peso físico (y no solo metal).

Y así, solo con el SILENCIO, podemos descubrir cómo compaginar sentimientos, palabras y pensamientos... las películas de Disney tuvieron su momento, ahora nos tocan las reales de las que escribimos su guón...