A trallón..., ¿vale?


Esos recreos tan cortos, incluso efímeros.
Esa ropa ensuciada de barro que significaba bronca segura cuando llegarais a casa.
Esas meriendas de pan con chocolate que se quemaban en media hora.
Esos recuerdos que parecen de otra vida, ¿realmente lo fueron?


¿Qué sabíamos en esa otra vida, de lo que era en realidad LA VIDA? Incluso ahora, muchos pájaros viven en las cabezas de much@s. Ni todas las vidas son iguales, ni se trabajan de la misma manera. No se obtiene un sueldo por hacerlo, de hecho, nuestra mejor nómina es lo que conseguimos día a día. A corto plazo, porque sin saber cómo, de repente nuestra vida se pone del revés. Como en la peli de dibujos, sí. Esa que nos explica cómo, los pensamientos de muchos niños son más puros que los nuestros, bañados con expectativas de dinero, relaciones e intereses. 
¿Muy serio todo? Quizá.
Pues vayamos a las key words, que nos lo simplifican todo de mejor manera.

Vida: momentos que al sumarlos tienen una visión gráfica de sonrisa o de mueca triste al final del día.

Prioridades: acciones que al unirlas encajan como un puzzle a la perfección o directamente no encaja, y la mueca no es nada sonriente, sino todo lo contrario.

Karma: se crea en él o no, es la capacidad del universo para dialogar con nosotros siempre que queramos escucharlo.

Opiniones: como siempre digo, son como el culo, cada uno tiene el suyo. Y el error garrafal es intentar imponer las nuestras porque nunca sabremos las circunstancias de la persona cuando oye la nuestra. Imponer la nuestra parece hacer sentir a algun@s mejor, pero demuestra todo lo contrario.

Relaciones: Imprescindibles mientras sean puras y ahí, esta el quid de la cuestión. El quid pro cuo. Ese equilibrio que muchas veces, aunque queramos, no se encuentra. Intentar vivir siempre en la casa de la pradera, no es fácil, ni divertido. Sería como una comuna bien avenida... Donde el puzzle... (que cada uno termine la frase como quiera)...

Quizá a trallón no valga. Quizá la acidez de muchos comentarios (en los que me incluyo), no sea la solución. Pero ¿quién tiene derecho a decir qué vale y qué no? El más gallito de la clase? Pues esos en el día a día de nuestra vida están a patadas. El overbooking en el viaje de la vida. Y al final, es a trallón como muchas veces aparacen las enfermedades y nuestra #em.
No hay enfermedad igual a otra, ni dentro de la #em una clínica igual a otra. No importa lo que os digan, o lo que intenten venderos. No porque haya otros en peor situación, vais a sentiros culpables de cómo os encontréis vosotros. A ser felices cada uno con nuestra vida sin perder la empatía ni intentar aplicar el consejos vendo que para mí no tengo... Que como dicjo mi psico, "me duele más mi madre que la tutya", puede ser egoista, pero es la realidad. Se intente cender como se venda...



2 comentarios:

  1. No vendamos consejos, apliquemonoslos a nosotros mismos

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  2. Exacto, no quieras que todos sigan tus consejos. Mejor ayúdalos a encontrarlos por ellos mismos ;)

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