#ViviendoMomentos ... BlaBlaBla ...


BlaBlaBla con un #SiempreAdelante que nos dé un empujoncito y deje el pasado solo visto de reojo. Ayer hablaba con un amigo de qué necesitamos para ser felices. Y no tuve ninguna duda, qué nos hace felices es la pregunta a la que más nos cuesta contestar. Con respuestas más enrevesadas aún que la pregunta y muy complicadas.


Por el entorno, por el #DolorCrónico que muchos padecemos y en especial por las circunstancias. Ninguno pasamos por lo mismo, porque gracias a Dios, cada uno es único. Con más o menos conocimientos, más o menos dolor y más o menos limitante; ser #PacientesQueCuentan y #PacientesQueComparten hacen que todo sea más llevadero. Siempre estará el gallito de corral que crea saber quitar hierro, cuando lo único que hace es quitar fuerza. No subestimemos a los demás sin saber por qué momento pasa, de alguna u otra manera todos tuvimos ese momento que marcó un antes y un después; otros permanecen en el día de la marmota; otros en las lágrimas más acuciantes y otros simplemente no saben dónde ubicarse. 

¿Qué más da? Nadie se ha puesto en nuestros zapatos (los míos, por suerte, no les cogerían a muchos...).
Alguos, más de los que nos gustarían, viven del bienquedismo y así son felices, o creen serlo.
Otros se hinchan dando lecciones, iros a saber de qué
Y otros, que seguimos en pie, solo lo compartimos para que la bilis no nos haga más daño que el dolor. ¡Y qué bueno encontrar algo que elimine bilis,  no sea perjudicial, y ayude!

Ayudar de la manera que sea, vía redes sociales; vía visitas reales —bien sabemos la mayoría cómo se quedan muchas de ellas en palabras vacías y vuelta al bienquedismo—; vía lo que nos de la real gana, en realidad, ahora que nadie nos escucha. 
Cuando encontramos qué nos hace feliz, lo siguiente es que nadie nos influya en si hacerlo está bien o no; ¿qué más da, si nos ayuda? Por desgracia, poco miran muchos los cadáveres que tienen en su armario, antes de intentar inspeccionar lo que hay en el nuestro. ¿Me voy por los cerros de Úbeda, o se entiende? 

Al final, la conclusión no es más que: mi dolor es mío y hago con el lo que quiero.
Sed felices en este año que tenemos por delante que seguro estará lleno de oportunidades, sorpresas e ilusiones nuevas. No dejéis de creer y sonreír siempre. 










1 comentario:

  1. Estoy contigo Angie, cada uno somos cada uno, y nos vamos las cosas de manera distinta siempre creyendo que es lo mejor. Creo que a estas alturas ya no somos usuarios del "bienquedismo", no tenemos porque.

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