Y... ¿por qué no?



¿POR QUÉ NO...?
... Voy a poder.
... Voy a creer lo que me dicen sin buscar mi propio camino y no seguir los de los demás.
... Voy a creer todas las mentiras que oi de pequeña, ahora que no soy (supuestamente) tan pequeña.
... Tengo que creer el tener suerte (mejor dicho ser afortunada) porque otros no la tengan.
... Voy a creer que soy lo suficientemente fuerte para vivir con lo que me tocó, aunque los demás no puedan verlo.

(Porque creer #neuroatípicos Padawans, en todo a lo que seguro puede aspirar vuestra cabecita).

Para bien o para mal, prefiero pensar siempre que para bien, mi #em me ayudó a descubrir que tenía un camino por delante más prometedor del que siempre me convencieron. Así que... ¿por qué no? Basta de llevar el no por delante, si esa es ya la respuesta que siempre tenemos, ¿ por qué no intentar que cambie? Porque sí; lo que nos pase, nuestro entorno, las casualidades... todo puede cambiar. Solo depende de nosotros. De lo que pongamos de nuestra parte para que pase. Quizá no dependa al 100% pero si al 85-90%.

Me dijeron que publicar un libro era muy difícil; ya tengo varios, y algunos más en la recámara.
Me dijeron que mi puesto de trabajo cuando empecé en el mundo laboral, era por los supuestos contactos; lo que se callaban era que mantener ese trabajo a pesar de traslados a 500km, diagnóstico de #em y circunstancias varias de la vida, fue gracias a mí y cómo lo desempeñaba.
Me dijeron, me dijeron y aún ahora, no dejan de decirme. Pero yo sé que igual que ellos tienen la libertad para hablar, yo la tengo para escuchar lo que creo es mejor para mí. De dejar atrás lo que resta y centrarme en lo que suma. Al fin con 36 años lo he descubierto, y poder sacar la cabecita de entre todos los que intentan empequeñecerme es un gustazo.
Porque la diversidad es aplicable en todos los ámbitos. Con todas las experiencias. Y no por ello debemos sufrir todos por algo que igual no nos tocó. Solo debemos poner de nuestra parte toda la #empatía que nuestra forma de ser nos permite. Tener en cuenta cómo se comporta cada persona y que lo que ayuda al mundo, al suyo, al nuestro o al de los que tienen al lado.

Para mí, esa es la diversidad de sumar sin restar.

Descubrir que las cosas no son siempre, ni en muchos casos, como nos las vendieron. Cada uno es responsable de querer confiar o no, de querer demostrar al mundo lo que crea que tiene que demostrar... porque, si no lo demostramos nosotros mismos, nadie podrá hacerlo tan bien. Somos dueños de buena parte de nuestro destino, de nuestras decisiones, porque si hay algo que nadie nos puede quitar es la libre elección de elegir lo que creamos. Lo de las consecuencias ya lo sabemos todos pero... sarna con gusto no pica, ¿no? Y si lo hace, será con gusto y algo nos habrá enseñado si sabemos mirar más allá de lo visible para los ojos. Recordad que lo verdaderamente importante no se ve con ellos.















3 comentarios:

  1. Siempre hay que intentarlo, si lo intentas puedes fallar, pero si no lo intentas ni siquiera sabrás si lo hubieras conseguido o no

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  2. Sin duda, intentar es la llave para bien o para mal..., es lo que más enseña. Al mundo y anosotros mismos.
    Gracias, crack!

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