1, 2, 3, un pasito "pa'trás"...




Vaya imagen frente a nosotros; escalones, escalones y más escalones, cada uno de los cuales se ríe un poco más que el anterior de nuestra #cronicidad. Esa sensación de sentir cómo se consigue dar un paso adelante seguido de 10 pa'trás.

Tenemos múltiples cerraduras, sea por la #EM, la #Fibromialgia, afectaciones de continencia o miles de enfermedades que sería incapaz de reflejar en un simple post. Lo que sí se puede reflejar, o al menos eso intentaré, es cómo no dejar que la soledad, la falta de #empatía, las palabras por quedar bien y el baile de personas que no dejan de entrar y salir en nuestras vidas, afecte hasta un punto que perjudique aún más a nuestra maltrecha salud.Así muchas veces optamos por no decir nada en absoluto, y una bola que creemos imperceptible se convierte en una de billar del mayor peso posible, a la que abrazamos sin darnos cuenta haciendo más pequeñas nuestras sensaciones, nuestros órganos vitales que nos permiten vivir..., porque seamos sinceros, vivir, lo que se dice vivir... nuestra vida es diferente a lo que creíamos de pequeños.

Nuestra realidad, es una virtual, ajena a todo y quizá por eso, o a pesar de eso, está en nuestra mano poder hacerla maravillosa. Lo he dicho más de una vez, y no me cansaré de repetirlo, gracias a mi #EM fui capaz de ver el mundo y mi vida, desde una perspectiva diferente. Una, que parecía mostrarme una  visión desde fuera que nunca había tenido. Me habían enseñado desde pequeña a agradar a los demás, preocuparme por ellos y de mí..., de eso, ya me encargaría si tenía tiempo. ¿Y sabéis qué? No hay tiempo para eso si no lo buscas y te permites un descanso más que necesario y merecido. Tras años tratando a pacientes, aconsejándolos la mejor opción dada su patalogía y estado de salud, me olvidé de cuál sería el consejo que me daría a mí. Cuando cambiaron las tornas y fui yo la que estaba al otro; de la mesa, en una camilla, o en la soledad de las lágrimas, descubrí lo que en relidad me deberían haber enseñado de pequeña o en mi juventud: quererme a mí para poder querer a los demás.

Así que ya sabéis, para ayudar, primero cuidarnos para poder dar lo mejor de nosotros mismos.

















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