Carta abierta a la vida



¿Nunca habéis pensado lo interesante que podría ser poder mandar una carta abierta a la vida?

 ¿Y si nos contestara? 

¿Nos gustaría lo que nos dijera?


Así empezaron mis conjeturas el lunes, cuando después de quince años siendo #neuroatípica en mi prueba de orina previa al tratamiento, salió a la luz algo tan extraño como mi brote catastrófico, mi equilibrio fijo discontinuo y las cientos de cosas sin explicación que nos pasan... Más después de tener una  prueba limpia solo dos semanas antes. Que si podía ser por la operación (de la que ya ha pasado más de un mes), que habría que esperar el resultado del cultivo para no ir a ciegas con el antibiótico, que si patatín patatán, tres horas allí, que al menos consiguieron un desayuno y unas venas sin vías (que no es poco), y de vuelta a casa sin drogas, solo con lágrimas de desesperación.

No voy a empezar con la típica frase de duelo de ¿por qué a mí? Siempre hay una cosa nueva en la falta de salud... Pero es que esto ni durante mi carrera lo había oído. Esa posibilidad tan extraña hasta conseguía una mueca (también desconocida) en mi neuróloga. ¿Tan raros somos? Sí, ya sé que siempre digo que de raros nada, solo somos especiales, pero telita marinera, o la tela que más os guste. Un aumento exponencialmente extraño en mis glóbulos blancos. ¡Y yo preocupada por mi cantidad de linfocitos...! Que ahora disminuirán seguro con tanta novedad que me deja tan poco tranquila.

Quizá si mando esa carta abierta a la vida me contesta con un... «En otra vida fuiste mala gente y en esta es lo que toca». Que sí, sé que hay muchas cosas peores, pero de esas no puedo quejarme ni vivirlas para poder hacerlo, que mejor, no tentemos al diablo. ¿Esto solo es una flagelación de las mías que hace tanto no aparecían? No sé, pero ya que no hay medicación para revertir esta dichosa enfermedad, ¿no habría una para no pensar? Estoy cansada de tanta meditación, tantos frutos rojos, tanto ir al baño y en especial, tanto esperar. ¿De verdad merece la pena? Sé la respuesta, pero cómo se hace de rogar la tía para demostrar que sí. 

Pero ¡oye! Que una renace de sus cenizas, sí, pero cuesta arriba la gravedad tiene la dichosa manía de que estas caigan sin control. Sería divertido en un parque de atracciones, en unas vacaciones (si la #em se las tomara), pero así, sin previo aviso... me parece más una broma de mal gusto. Así que en mi carta abierta ya ni pregunto, solo le pido, ahora que los demonios parecen estar centrados en Strangers things, que deje de inventarse nuevas patologías, alteraciones y jodiendas (perdón) para este verano de 2022, que ya llevamos unos años demasiado complicados... ¿No os parece?

Mis sábanas seguirán revueltas, las pastillas para dormir tendrán efecto cuando les parezca bien... Pero mi pis debe volver a ser el que era hace solo dos semanas.













2 comentarios:

  1. Tengo un humor sarcástico, y me he reído con esta entrada; no tengo claro si este es era tu objetivo, Pero en mi tierra decimos reír para no llorar. Esta frase fue la que me robo la carcajada: «En otra vida fuiste mala gente y en esta es lo que toca». Gracias por permitirme reír con algo tan complejo como mi nuevo ocupa

    ResponderEliminar
  2. Claro que es el objetivo aparte de olvidarme de todo 🤣 Reír es vida y más si nos hace olvidar 💪🏻💪🏻

    ResponderEliminar