Un vaso de agua

 


Aquí es una gota de agua, pero en un vaso de agua pueden pasar muchas cosas... aunque claro, dirán que somos unos quejicas, no nos esforzamos demasiado en estar bien y el #BlablaBla de siempre, pero mejor empezamos bien que comencé la casa por el tejado, como diría Fito.


Viendo una película el otro día sobre una escritora que se va a la gran manzana a ver si tenía suerte encontrando un editorial donde trabajar, me fijé en una de las escenas; ya sabéis, corriendo a todos lados con café, desayuno para su jefa, bolso enorme para todo lo que necesitaba y pensé: "¿Tanta diferencia hay entre llevar el maxi bolso colgado del brazo y un bastón para poder caminar?". La respuesta acudió a mis neuronas hábiles (pocas, pero aún quedan algunas), y ¡claro!, pensó que mi bastón no sirve para correr, no sirve —o no como me gustaría— para mantener mi daño cognitivo en estado óptimo para mantener un vida normal. Sí, ya sabéis: cafés con los amigos, cenas o comidas, utilizar el transporte público sin tener que contar con que alguien me ceda su asiento, escribir sin que se juzgue mi capacidad para ello, si la discapacidad no hace más que incrementarse... hasta que en otra escena la chica —muy mona ella— iba sentada en un barquito con el viento acariciándole la cara, nada de ese viento que te pone los pelos del revés, si no que parecía que hasta le peinaba, y ahí ya exploté. No sé si por la cercanía del tribunal médico o el darme cuenta que si yo intento hacer lo mismo, la caída cuando intenta salir de ese barco puede ser de chiste, a lo Lina Morgan jajajajajaajaajajaajjajajajajaja. "Si tienes humor para reírte no estarás tan mal", y así todo. No puedes viajar, intentar disfrutar de los buenos momentos aunque sean pocos, porque llegará un familiar, un amigo u otro paciente a decirte que "¡cómo puedes decir que estás jubilada! Qué exageración", y así poco a poco, pero de manera muy persistente van cavando el hoyo haciéndolo más y más profundo. La empatía no solo se pierde a nivel sanitario también entre algunos pacientes, por suerte no todos pero duele la mayor falta de empatía.... 

Siguiendo con la película, me di cuenta de todo lo perdido y la soledad que impera aunque me mueva bien en ella, mejor que por la calle jajajajajajaja, y pongo a mi pareja como testigo de lo sensual de mis andares, voy como en un pase de modelos, vamos. En fin, que se me va el objetivo de mi vaso de agua. 

¿¡Cómo es posible que un simple vaso de agua, ni muy grande ni muy pequeño, me provoque nauseas!? Hace años lo tenía claro, síntoma inequívoco de ansiedad. ¡¡¿¿Cuándo leches se irá??!! Al final va a ser peor que la #em. Comprendedme, no saquemos las cosas de quicio. Pero no poder comer apenas nada y beber tampoco porque hasta un vaso de agua te pone el estómago del revés........ Al final siempre me viene a la cabeza aquella frase de "qué paren el mundo que me quiero bajar", tantos giros revuelven a cualquiera, pero en nuestro caso pequeñas cosas, medianas o grandes afectan más que a una persona sana o la persona que éramos antes de que todo en nuestra vida cambiara, ¿no creéis? Ir a por todas en nuestra situación anímica y/o física supone no clavar los dientes en el suelo, no ser empujada por el viento y por lo tanto desestabilizada..... 

Así que solo diré y pediré fervientemente que vuelva la #EMPATÍA por parte de todos; sanitarios, pacientes, familiares y gente de a pie..... 










4 comentarios:

  1. Hermoso como siempre y como todo lo que escribes.

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  2. Mil graciaaaaaas‼️😘😘😘😘😘😘

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  3. Buf! Empatía! Qué era eso exactamente? Ya ni me acuerdo...ni de eso ni de la persona que era.Lo mismo es sólo que estoy en el fondo del hoyo, así me siento hace ya demasiado. Que gran post!

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    1. A ver si nos encontramos en el hoyo y EMpatizamos juntas. Vaya rachita.... Ánimo, guapísima. Ya sabes dónde estoy!!

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