¡Sorpresa!




 

¡¡Sorpresa!! ¿A quién no le gustan? Responded siendo serios; que llamen a la puerta y sea el libro, perfume, juego de play o lo que os guste, y al fin lo tengas. Pues, ¡¡sorpresa!!, a nosotros nos llega una amiga —sin haberla pedido, ojo— que lejos de no marcharse nunca, siempre está, sin necesidad de llamarla. Mola, ¿eh? Tanto que nuestros supuestos amigos tienen celos de que hayamos  encontrado una nueva amiga, compañera, que nunca dice —ni piensa— la palabra: «peroooooooo» cuando no podamos acudir a algún plan.


Así que nada es tan negativo como parece. Nuestro diablillo interno, ese rojo con cuernos y que siempre está en nuestra cabeza puede —y solo digo puede— sentirse celoso y controlado por nuestra amiga, porque a él le cuesta hacerse amigo de alguien que no es tan malo como parece. Que ella haga cosas malas, en ocasiones, muy malas, está claro, pero con el tiempo aprendemos a sortear algunos de los golpes.

Os cuento, he dicho parece, porque en mi caso, a pesar de haberme quitado mucho, me ayudó a darme cuenta de quién o quiénes eran las personas reales que tenía cerca, porque no nos engañemos, molamos mucho y solo por cositas de nada no te vas a alejar, ¿no? De esas personas en cuestión, todos excepto dos o tres y mi pareja (no penséis que soy una acusica) son como el Guadiana. De vez en cuando, se acuerdan, pero no de manera tan intensa como para mandar un wasap, de wasap hablo ¿eh?, ni siquiera pido tomar un café. Siempre saben cómo darle la vuelta a la tortilla, que para ellos queda perfecta de cara a la galería, pero la parte quemada es la que nos toca a nosotros.

¡¡Sorpresa!! No es todo una fiesta... Pero ya os decía yo que no iba a ser todo malo, o al menos tan malo. 

A parte de lo que os he contado, otra cosa que me ha regalado mi amiga esclerótica es TIEMPO. ¿Cuántas veces antes de su llegada, no deseábamos tener tiempo para hacer las cosas que queríamos (y no me digáis cosas que no se pueden hacer con ella, porque aún sin ella tampoco se harían...). Hablo de ver los maratones de series o películas que siempre queremos ver pero nunca vemos, de ordenar cosas que nos encantaría tener en su sitio, de leer, escuchar música o incluso aburrirnos. Porque hasta aburrirse nos da el impulso necesario para dar pasos importantes, y si no probarlo y luego me contáis. 

Va a sonar muy cursi, pero la verdad es que en este punto donde me da igual lo que se piense de mí, gracias a ser una persona #neuroatípica creo haber descubierto de qué va realmente esta película llamada vida. Un largometraje que en ocasiones puede ser drama, en otras comedia, en otras romanticona y en muchas suspense. ¡¡Suspense en primera persona!! En el que somos los protagonistas, como si de una peli de verdad se tratara. Los disparos son los brotes, y poder esquivarlos es un gustazo, ¿verdad? Los siempre negativos dirán que no les interesa, pero... ¿hay elección? Lamento decir que no, así que como decía de pequeña en el cole ajo y agua. Ajo, que siempre da gustillo a la vida, y agua que es el mejor aliado.

¡¡Sorpresa!! No es todo una fiesta... Pero ya os decía yo que no iba a ser todo malo, o al menos tan malo. ¿Qué me decís ahora? Al menos seguro que os hice pensar en ello. Habrá casos muy, pero que muy chungos, pero pensando en otras enfermedades, igual no se está tan mal, ¿no? A vivir que son dos días, y con una sonrisa salimos mejor en la foto.











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